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Teotenango es señalada por expertas y expertos investigadores como una de las ciudades prehispánicas más grandes del Valle de Toluca. Sí, queremos que en estas líneas encuentres datos como de dónde proviene el título de “Ciudad Amurallada” pero también, que descubras quiénes fueron las personas a cargo de su exploración, así como, lo que ha ocurrido desde que alcanzó el reconocimiento de vestigio arqueológico importante.
Teotenango es una palabra nahua compuesta por tres vocablos, o sea representaciones escritas de sonidos, el primero es Teotl que es traducido como dios, sagrado o divino; la segunda palabra “Tenamitl” que significa muralla y finalmente, la sílaba “co” que corresponde a un indicativo de lugar y que al ser castellanizada, fue cambiada por un “go”, así en conjunto Teotenango puede traducirse como “En el lugar de la muralla sagrada” o “en el lugar de la muralla divina” esto explica bastante bien el origen del nombre, ¿cierto?
Para continuar queremos hacer una aclaración, los datos que relatan el origen de la investigación proceden del texto de tesis “La cerámica funeraria de Teotenango: la cultura del Valle de Toluca” cuya autora es nada menos que la arqueóloga Wanda Tommasi de Magreli una de las exploradoras que junto con el Dr. Román Piña Chan, realizaron los trabajos de exploración de este centro.
El descubrimiento
Primero, ¿cómo se dieron cuenta que en Tenango había vestigios arqueológicos? Según palabras de la también maestra en ciencias arqueológicas Wanda Tommasi, un grupo de estudiantes y cuyos nombres son: Joaquín García Bárcena, Manfred Reinhold, Roberto Reyes Mazzoni, Enrique Méndez, Guadalupe Gómez Trejo, plantaron la idea de la exploración y visitaron repetidamente la zona hasta que hicieron realidad el deseo el deseo de saber con profundidad los secretos guardados. En ese momento, el Dr. Román Piña Chan entonces Jefe de la Sección de Arqueología del Museo Nacional de Antropología, acogió la iniciativa y asumió la dirección del proyecto que inició formalmente el 7 de enero de 1971.
Entre estructuras y ornamentos
La arqueóloga Wanda, explica que las excavaciones se concentraron en dos aspectos: encontrar y reconstruir estructuras y, estudiar todos los hallazgos localizados, entre ellos, elementos de cerámica especialmente los representativos de las ceremonias funerarias.
Conforme a datos del área Patrimonio y Servicios Culturales del Estao de México, entre las edificaciones existentes se develaron una cancha de juego de pelota y un marcador o aro que está resguardado en el Museo que lleva por nombre Dr. Roma Piña Chan. Por otro lado, se ubicó un petrograbado, relieve del jaguar -el único de México- que representa un eclipse. Se puede apreciar un jaguar devorando un elemento solar que según mitos mesoamericanos es un monstruo terrestre que devora al sol.
También se sabe que la ciudad se construyó por niveles que a su vez se constituyeron como plazas públicas con edificios piramidales mejor conocidos como talud: estructuras piramidales escalonadas y con muros inclinados y uno vertical.
Destaca la estructura de la serpiente que se presume está dedicada a Quetzalcóatl por los tallados que la acompañan: la fertilidad representada por una serpiente y el planeta venus, símbolo de Quetzalcóatl.
Y claro, no podía faltar el episodio independentista y cómo se convirtió en campamento estratégico que contribuyó a la batalla entre el ejército liberal y realista.
Orgullo que ha dado Teotenango a México y al mundo
Los trabajos de exploración dieron resultados tan vastos que el acervo que está bajo el resguardo del Museo Piña Chan ha sido presentado en exposiciones de otros por ejemplo de Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Y además, Teotenango fue la sede donde se realizó por primera vez el Festival Cultural del Quinto Sol y es escenario de la clausura del mismo.
La revelación de tantos detalles sobre Teotenango, Ciudad Amurallada nos apapacha el pecho y claro que vamos a escribir sobre ellos y además ofrecer una reflexión final: Teotenango y cualquier otro espacio arqueológico son fuentes inagotables de conocimiento y memoria, son una máquina de tiempo que nos permiten experimentar la historia por eso su preservación es tan o más importante de lo que puedas imaginar. Cada vez que te encuentres en uno de ellos déjate invadir por la curiosidad, y también, cuídalos porque todas y todos somos exploradores voluntarios de lo que otras mentes encontraron antes que nosotros y eso, vale la pena conservar.
¡Nos leemos en la próxima!